Ronny de Souza | Cirujano Plástico especializado en belleza
Es un procedimiento mediante el cual, a través de incisiones mínimas y ocultas, se rejuvenece el rostro. Esto se logra retirando los excesos de grasa, piel y, lo más importante, reposicionando el músculo facial. Por lo general, va acompañado de una blefaroplastia superior y/o inferior para el tratamiento de los ojos y del cuello, ya sea mediante una lipoescultura y/o suspensión de este. Se pueden alcanzar mayores resultados aún con la aplicación de láser CO2 fraccionado, biostimuladores, botox, rellenos faciales y peelings. Con todo esto, se logra rejuvenecer a la persona entre 5 a 10 años según el caso y también darle un aspecto de frescura y lozanía a la cara, perdida por el paso de los años.
Debido al paso de los años y otros factores como el poco cuidado del sol, fumar, entre otros, las estructuras de la cara como la piel, músculo y bolsas adiposas son más susceptibles a la gravedad. Esto da como resultado el descenso o la caída de las mismas, dando un aspecto de vejez y fatiga. En una ritidoplastia, mediante incisiones muy poco visibles, se procede a reposicionar las estructuras caídas, como la piel y, sobre todo, el músculo, y a retirar los excesos de estos para devolverle al rostro una imagen de hace 10 años. Este procedimiento se puede hacer con anestesia general y, a veces, con anestesia local y sedación. Con un día de hospitalización o de forma ambulatoria, según cada caso, tiene una duración de 2 a 4 horas y un tiempo de recuperación de 2 a 3 semanas.
Durante la consulta, escucho a mis pacientes, sus inquietudes y les pregunto qué es lo que notan en su rostro, qué ven diferente. Luego, frente a un espejo, les explico dividiendo la cara en tres partes para fines didácticos. La cara la podemos dividir en tercios: superior, medio e inferior, para poder analizar así qué es lo que se necesita y cuál va a ser nuestro plan a seguir. Esto es importante ya que no todas las personas necesitan el mismo tratamiento.
El tercio superior abarca toda la frente desde la línea de implantación del pelo hasta las cejas. Aquí se evalúan las arrugas de la frente, el entrecejo o ceño, y la posición de la ceja para ver si esta se levanta o no.
El tercio medio va desde las cejas hasta la línea mandibular. Esta es la parte que se ve más afectada. Aquí se evalúan los párpados tanto superiores como inferiores, los surcos nasogenianos que por lo general se marcan más, las “líneas de marioneta” de la boca y los “cachetes de bulldog”. Por lo general, la ritidoplastia se acompaña con la blefaroplastia, es decir, se operan los párpados superiores y/o inferiores según cada caso.